Entre la guerra narco y la desidia política, ¡seguimos exigiendo Justicia!
Presentación de la revista "Viven en nuestras luchas": Jueves 6 de junio, 10:00hs, Tribunales Provinciales (Av. Pellegrini y Balcarce).
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Este sábado 1 de junio se cumplen 17 meses del asesinato de nuestros compañeros Jere, Mono y Patóm. 17 meses de una lucha obstinada, infatigable, que consiguió trascender el dolor propio de la tragedia para traducirla en una experiencia plena de dignidad, capaz de visibilizar el enorme drama estructural que constituyen el narcotráfico y sus múltiples adyacencias. Capaz de aportar diagnósticos y perspectivas sobre los significados de un fenómeno tan denso y complejo como el que vivimos a diario en las barriadas populares de nuestra ciudad sin descuidar el seguimiento a un esquema judicial que hoy, sobreponiéndonos a las presiones y amenazas cotidianas, cuenta con cinco procesamientos firmes por la autoría material del Triple Crimen y tres funcionarios policiales también procesados por la complicidad y el encubrimiento institucional que ofrendaron.
Una lucha con victorias parciales, que ha desnudado la trama de la hipocresía pero que también ha fructificado en hechos concretos: uno de ellos es el que presentaremos el próximo jueves 6 de junio, como no podría ser de otra manera, en la puerta de Tribunales Provinciales. Allí presentaremos, junto a quienes fueron parte de esta elaboración colectiva, "Viven en nuestras luchas", una revista - homenaje que intenta recopilar a partir de diversos testimonios tanto el entrañable recuerdo de nuestros compañeros Jere, Mono y Patóm, como así también distintos análisis sobre la problemática del narcotráfico y su vinculación con la juventud que habita en los barrios periféricos.
Contacto de prensa:
Pedro Salinas, Movimiento 26 de Junio (Frente Popular Darío Santillán - Rosario): 0341-156-879840
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Este sábado 1 de junio se cumplen 17 meses del asesinato de nuestros compañeros Jere, Mono y Patóm. 17 meses de una lucha obstinada, infatigable, que consiguió trascender el dolor propio de la tragedia para traducirla en una experiencia plena de dignidad, capaz de visibilizar el enorme drama estructural que constituyen el narcotráfico y sus múltiples adyacencias. Capaz de aportar diagnósticos y perspectivas sobre los significados de un fenómeno tan denso y complejo como el que vivimos a diario en las barriadas populares de nuestra ciudad sin descuidar el seguimiento a un esquema judicial que hoy, sobreponiéndonos a las presiones y amenazas cotidianas, cuenta con cinco procesamientos firmes por la autoría material del Triple Crimen y tres funcionarios policiales también procesados por la complicidad y el encubrimiento institucional que ofrendaron.
Una lucha con victorias parciales, que ha desnudado la trama de la hipocresía pero que también ha fructificado en hechos concretos: uno de ellos es el que presentaremos el próximo jueves 6 de junio, como no podría ser de otra manera, en la puerta de Tribunales Provinciales. Allí presentaremos, junto a quienes fueron parte de esta elaboración colectiva, "Viven en nuestras luchas", una revista - homenaje que intenta recopilar a partir de diversos testimonios tanto el entrañable recuerdo de nuestros compañeros Jere, Mono y Patóm, como así también distintos análisis sobre la problemática del narcotráfico y su vinculación con la juventud que habita en los barrios periféricos.
En este marco, difícilmente podríamos eludir la necesidad de estructurar alguna referencia en relación a la última saga de homicidios que se produjeron en la ciudad; y, lamentablemente, nos vemos obligados a repetirnos en lo que venimos expresando hace ya mucho, demasiado tiempo. Algunas cuestiones resaltan por su obscenidad: el hecho de que personajes tan extensamente conocidos, socialmente referenciados por su ligazón al universo narco y las guerras intestinas que le van de suyo sean casi intocables para la Justicia, da cuenta de un Poder Judicial poco afecto a dinamizar investigaciones rigurosas, a establecer conexiones entre causas en las cuales se repiten, sistemáticamente y con el peso de la burla, los mismos nombres y apellidos.
Una y otra vez. ¿Cómo debe interpretarse, si no es a partir del fáctico auto-gobierno de la fuerza policial y su letal connivencia con la narcocriminalidad, el asesinato de Demarre treinta horas después del de Cantero, a plena luz del día y en la geografía del macrocentro rosarino, precisamente cuando éste regresaba de Tribunales en horas del mediodía? ¿Y el asesinato del "Fantasma" Paz? ¿El del "Quemadito" ? Uno puede incursionar en los eufemismos que se le ocurra para explicar la realidad a la que asistimos, pero difícilmente el recrudecimiento de la violencia que se profundiza - y seguramente se sostenga en lo sucesivo - lo sustraiga de la pregunta necesaria, estructural: ¿cómo es que, sin la protección, el amparo y la participación policial, sin el beneplácito de sectores del Poder Judicial, lograron constituirse estas bandas? ¿Cómo es que sustentan el poder de fuego del que hacen alarde, se movilizan en vehículos de alta gama y se codean con los abogados penalistas más costosos de la ciudad? Este proceso, que lleva por lo menos diez años de historia salpicada de sangre, es sin duda e implacablemente la historia de las complicidades que, precisamente, nunca quiso investigar la Justicia, la Policia ni el Poder Político.
Una y otra vez. ¿Cómo debe interpretarse, si no es a partir del fáctico auto-gobierno de la fuerza policial y su letal connivencia con la narcocriminalidad, el asesinato de Demarre treinta horas después del de Cantero, a plena luz del día y en la geografía del macrocentro rosarino, precisamente cuando éste regresaba de Tribunales en horas del mediodía? ¿Y el asesinato del "Fantasma" Paz? ¿El del "Quemadito" ? Uno puede incursionar en los eufemismos que se le ocurra para explicar la realidad a la que asistimos, pero difícilmente el recrudecimiento de la violencia que se profundiza - y seguramente se sostenga en lo sucesivo - lo sustraiga de la pregunta necesaria, estructural: ¿cómo es que, sin la protección, el amparo y la participación policial, sin el beneplácito de sectores del Poder Judicial, lograron constituirse estas bandas? ¿Cómo es que sustentan el poder de fuego del que hacen alarde, se movilizan en vehículos de alta gama y se codean con los abogados penalistas más costosos de la ciudad? Este proceso, que lleva por lo menos diez años de historia salpicada de sangre, es sin duda e implacablemente la historia de las complicidades que, precisamente, nunca quiso investigar la Justicia, la Policia ni el Poder Político.
Es la burla insoportable de asistir al espectáculo montado sobre una topadora, demoliendo el bunker que reabrirá horas más tarde a escasos metros de distancia. Y que se sepa: la topadora simboliza el estigma que debemos cargar quienes vivimos en los barrios periféricos, por la sencilla razón de que el Ejecutivo Provincial ha optado por territorializar el narcotráfico, por circunscribirlo y arraigarlo a geografías selectivamente determinadas. ¿O a quién se le ocurriría que una topadora penetre en las instalaciones de alguna consesionaria de autos, en las oficinas de desarrolladores inmobiliarios o, más figurativo y actual, en boliches nocturnos? Lamentablemente, esto que decimos se constituye en algo más que una ironía.
Imperdonablemente, se ha perdido mucho tiempo para afrontar las determinaciones que requieren problemáticas como a las que hacemos mención.
La ausencia de voluntad política hace patente algo con lo que venimos insistiendo hace más de un año: "parálisis e inacción son equivalentes a complicidad". El arribo de la flotilla de topadoras del Ministerio de Seguridad de la Provincia a nuestros barrios es consustancial al retiro impúdico del Estado de los mismos, a sabiendas de quiénes y cómo ocupan el lugar de asistencia social que queda vacante.
Y a sabiendas de quiénes y cómo quedamos expuestos poniendo el cuerpo en los territorios, a las amenazas y hostigamientos, por convicción y porque no estamos dispuestos a entregar la vida de nuestros pibes. Porque para quienes aún no se enteraron, la tan mentada policía de proximidad ya existe, y es la maldita policía provincial que vemos todos los días frenar sus comandos en los kioskos, y no precisamente para diligenciar allanamientos. Son los superiores inmediatos de quienes frenan esos comandos, y los superiores de los superiores. No se nos escapa que una policía de proximidad -de otro tipo de proximidad- podría erigirse, en principio, como un instrumento legítimo en el loable afán de garantizar seguridad pública, pero pareciera ser ostensiblemente errática como medida aislada, sin tan siquiera un mínimo gesto de voluntad en lo que refiere al control político de la fuerza, de íntegra y profunda depuración. Que es, a ojos vista, lo urgente y lo necesario.
Seguimos agradeciendo el apoyo de organizaciones Políticas, Sociales y de Derechos Humanos que son, y han sido parte de esta inmensa lucha, tan necesaria para dar un pasito más hacia la justicia social.
La ausencia de voluntad política hace patente algo con lo que venimos insistiendo hace más de un año: "parálisis e inacción son equivalentes a complicidad". El arribo de la flotilla de topadoras del Ministerio de Seguridad de la Provincia a nuestros barrios es consustancial al retiro impúdico del Estado de los mismos, a sabiendas de quiénes y cómo ocupan el lugar de asistencia social que queda vacante.
Y a sabiendas de quiénes y cómo quedamos expuestos poniendo el cuerpo en los territorios, a las amenazas y hostigamientos, por convicción y porque no estamos dispuestos a entregar la vida de nuestros pibes. Porque para quienes aún no se enteraron, la tan mentada policía de proximidad ya existe, y es la maldita policía provincial que vemos todos los días frenar sus comandos en los kioskos, y no precisamente para diligenciar allanamientos. Son los superiores inmediatos de quienes frenan esos comandos, y los superiores de los superiores. No se nos escapa que una policía de proximidad -de otro tipo de proximidad- podría erigirse, en principio, como un instrumento legítimo en el loable afán de garantizar seguridad pública, pero pareciera ser ostensiblemente errática como medida aislada, sin tan siquiera un mínimo gesto de voluntad en lo que refiere al control político de la fuerza, de íntegra y profunda depuración. Que es, a ojos vista, lo urgente y lo necesario.
Seguimos agradeciendo el apoyo de organizaciones Políticas, Sociales y de Derechos Humanos que son, y han sido parte de esta inmensa lucha, tan necesaria para dar un pasito más hacia la justicia social.
Jueves 6 de Junio, todos y todas, a los Tribunales Provinciales.
JERE, MONO Y PATÓM, ¡PRESENTES!
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Contacto de prensa:
Pedro Salinas, Movimiento 26 de Junio (Frente Popular Darío Santillán - Rosario): 0341-156-879840
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MOVIMIENTO 26 DE JUNIO (Alvear, Cristaleria, Moreno, Tablada, Vía Honda)
JUVENTUD DARIO SANTILLAN
FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN
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